Relación entre la amabilidad, el neuroticismo y la capacidad de perdonar a otros en una muestra de adultos
Autoras:
Lola Molinero – Universidad Francisco de Vitoria
Karla Gallo – Universidad Francisco de Vitoria
Resumen:
Introducción:
El perdón es un proceso psicológico fundamental con efectos positivos en la salud mental y las relaciones interpersonales. Estudios previos han señalado que aspectos como la cercanía entre las personas y el arrepentimiento del ofensor pueden facilitarlo. Asimismo, ciertos rasgos de personalidad parecen influir en la disposición a perdonar a otros: por una parte, se ha observado que la amabilidad promueve la empatía, mientras que el neuroticismo, se asocia con emociones negativas como el rencor. Analizar la interacción entre estos factores de la personalidad permitiría comprender los mecanismos del perdón y su relevancia en el bienestar emocional.
Objetivo:
La presente investigación tiene por objetivo general analizar la relación entre los rasgos de personalidad (amabilidad y neuroticismo) y la capacidad de perdonar. De forma más específica: determinar cómo es la relación de la amabilidad y el neuroticismo con la capacidad de perdonar a otros y analizar la capacidad predictiva de la amabilidad y el neuroticismo sobre el perdón a otros.
Método:
Se utilizó un diseño no experimental, ex post facto y transversal. Se contó con 143 participantes, con edades comprendidas entre 18 y 72 años (x̄=21; DT=17.6); 112 mujeres y 31 hombres. Se les administró un cuestionario sociodemográfico creado ad hoc, el Inventario NEO Reducido de Cinco Factores (NEO-FFI) y el Forgiveness Inventory-30 (EFI-30).
Resultados:
Los cuestionarios administrados evidenciaron adecuados índices de fiabilidad asociados a la muestra del presente estudio (alfas de Cronbach superiores a .70). Se encontró una correlación positiva significativa entre la amabilidad y la capacidad de perdonar, y una correlación negativa significativa entre el neuroticismo y la capacidad de perdonar. El análisis de regresión múltiple reveló que ambos rasgos de personalidad predicen significativamente la capacidad de perdonar, explicando el 10.2% de la variabilidad.
Conclusión y Discusión:
Los resultados sugieren que la amabilidad facilita el perdón, mientras que el neuroticismo lo dificulta. Aunque ambos rasgos son importantes, se ha observado que otros factores también pueden estar influyendo en la capacidad de perdonar. La investigación realizada abre la puerta a nuevos estudios que profundicen en cómo otras variables psicológicas, como la regulación emocional y la empatía, pueden influir en esta dinámica. Finalmente, integrar estos hallazgos en programas de desarrollo personal y contextos educativos o incluso en el ámbito de la clínica, podría facilitar el crecimiento emocional y la resolución de conflictos, contribuyendo así al bienestar general de diversas poblaciones.
Palabras clave:
Perdón, amabilidad, neuroticismo, relaciones interpersonales
Preguntas y comentarios al autor/es
Damos cierre a nuestro espacio de diálogo del I Congreso Internacional de Jóvenes Investigadores INICIAte: Humanizando la investigación científica: la persona en el centro del proceso.
Queremos agradecer profundamente a cada ponente por su valiosa participación, por compartir sus saberes, sus preguntas y sus búsquedas. Han hecho de este espacio un verdadero lugar de encuentro y reflexión.
Nos vamos con el corazón lleno de inspiración y con la certeza de que es posible hacer ciencia desde el respeto, la humanidad y el compromiso con la persona. Esperamos reencontrarnos en una próxima edición, con nuevas voces, nuevas investigaciones y el mismo deseo de seguir creciendo juntos.
¡Hasta pronto y gracias por ser parte de este evento!
28 Comentarios
¡Hola! Acabo de ver la presentación de este trabajo, me ha parecido muy interesante. Me han surgido varias preguntas acerca de la forma de cuantificar la «capacidad de perdón». En este estudio se emplea un cuestionario para ello. Me surge preguntar si este cuestionario (no lo conocía) es unidimensional (dando una única puntuación para la capacidad de perdonar) o contempla en cambio varias dimensiones. No sé tampoco el tipo de ítems que maneja, si son situacionales o si contemplan diferentes tipos de situaciones. Es decir: ¿se entiende que una persona va a perdonar igual en todas las situaciones, o se contempla que esa misma persona pueda tener capacidades diferentes de perdonar en función del tipo de situación (ej., si la ofensa es «para ella misma» o si la ofensa ha sido hacia «alguien que quería»)? Por otro lado, me surje también preguntar el grado de fiabilidad que hay en el autoreporte para medir la capacidad de perdón, pues al existir tanta deseabilidad social en el mismo, puede ofrecer una puntuación sesgada. ¿Sabéis si existen formas de medir la capacidad de perdón qeu no sean basadas en el reporte verbal?
¡Gracias por todo y enhorabuena por el trabajo!
Hola Inés, me alegro de que te haya parecido interesante.
En relación a tus preguntas:
El instrumento utilizado en este estudio para medir la capacidad de perdonar fue el Forgiveness Inventory-30 (EFI-30), una versión abreviada del Enright Forgiveness Inventory (EFI) de 60 ítems. Esta herramienta no es unidimensional, sino que evalúa tres dimensiones del perdón: cognitiva, afectiva y conductual. Estas dimensiones permiten captar cómo una persona piensa sobre el ofensor, cómo se siente respecto a él y cómo actúa tras una ofensa.
Respecto al tipo de ítems, el EFI-30 no se basa en escenarios situacionales concretos, sino que formula enunciados generales sobre actitudes y emociones que el participante debe valorar en una escala tipo Likert. Por tanto, no contempla diferencias explícitas según el tipo de ofensa. Esto implica asumir cierto grado de generalización en la capacidad de perdonar.
En cuanto a la fiabilidad del autoreporte, es cierto que el perdón es una variable susceptible al sesgo de deseabilidad social, ya que perdonar suele estar culturalmente valorado como un comportamiento prosocial y virtuoso. Aun así, el EFI-30 ha mostrado excelentes niveles de consistencia interna (α = .96 en este estudio), lo que sugiere una alta fiabilidad estadística.
Espero haberte ayudado,
Un saludo
Hola, ¡enhorabuena por el trabajo! Viendo que habéis escogido una muestra con un rango de edad muy amplio, me gustaría preguntar si habéis observado diferencias en la capacidad de perdón en función de esta variable.
Muchas gracias.
Hola Laura, muchas gracias.
En este estudio, aunque la muestra incluía participantes con un amplio rango de edad (de 18 a 72 años), no se realizó un análisis específico de la variable edad en relación con la capacidad de perdonar. El objetivo principal era explorar las relaciones entre los rasgos de personalidad (amabilidad y neuroticismo) y el perdón, por lo que la edad fue tratada únicamente como variable descriptiva y no fue incluida en los análisis correlacionales ni de regresión.
Dicho esto, mientras investigaba este tema, vi como la literatura científica sí sugiere que existen diferencias significativas en la disposición a perdonar en función de la edad. Por tanto, aunque este trabajo no aborda directamente esta cuestión, me parece muy interesante abordarlo como una posible línea futura de investigación.
Gracias nuevamente por tu comentario,
Un saludo
Me ha parecido muy interesante este estudio, ya que pone en evidencia cómo ciertos rasgos de personalidad pueden influir directamente en nuestra capacidad de perdonar. La amabilidad se puede relacionar con una tendencia a la hora de perdonar y ser perdonado, probablemente por su conexión con la empatía y la comprensión hacia los demás. Por otro lado, el neuroticismo, que suele ir acompañado de emociones intensas como el enfado o la ansiedad, parece hacer que se dificulte ese proceso.
Me parece muy interesante como se han podido comprobar que estos dos rasgos pueden predecir en parte nuestra actitud ante el perdón, aunque haya presente otras factores. A raíz de esto me hago la siguiente pregunta:
¿Podría ser posible entrenar o desarrollar la capacidad de perdonar, incluso en personas con un perfil más propenso al enfado?
Hola María, me parece muy interesante la pregunta que me planteas.
En relación a ella, sí. La capacidad de perdonar puede ser entrenada y desarrollada, incluso con perfiles de personalidad que tienen al enfado. Existen intervenciones psicológicas basadas en modelos teóricos que han demostrado eficacia en el desarrollo del perdón.
Por tanto, aunque ciertos rasgos de personalidad pueden dificultar el perdón, no lo imposibilitan ya que la personalidad nos condiciona pero no nos determina.
Un saludo, espero haberte ayudado.
Hola! Enhorabuena por la ponencia, ha sido una exposición muy interesante y formativa. Dada la relación entre los rasgos de personalidad y la capacidad del perdón, ¿hasta qué punto creeis que el perdón es un rasgo estable relacionado con la personalidad, aún conociendo la relación por medio del estudio, y cuánto puede entrenarse o desarrollarse con intervenciones específicas?
Muchas gracias.
Hola Sara, gracias por tus palabras, nos alegra que te haya resultado interesante nuestro trabajo.
En relación a tu pregunta, según Según Robert Enright (el pionero en el estudio del perdón), el perdón puede estar vinculado parcialmente a rasgos estables de personalidad, pero es principalmente una capacidad humana que se puede cultivar y fortalecer mediante intervenciones específicas y práctica continua.
El perdón estaría relacionado con la personalidad, pero no determinado por ella, aunque estudios muestran que rasgos como la empatía o la baja tendencia a la ira pueden facilitar el perdón, distintos estudios han enfatizado que, incluso personas con temperamentos difíciles pueden aprender a perdonar si se les guía adecuadamente.
Esperamos que este comentario haya ayudado a aclarar tu duda, seguimos disponibles por si se presentara otra pregunta.
Saludos.
Hola!!! Muchísimas gracias por su presentación, considero que es un tema muy relevante al comprender más los rasgos de personalidad.
Me gustaría preguntarles, ¿hay alguna relevancia o diferencia en función del sexo en tales relaciones significativas?
Un grato saludo!!
Hola Jessica, gracias por tus comentarios.
Tu pregunta además nos resulta muy interesante porque es una de las líneas futuras a investigar que se desprenden de nuestro trabajo. Este es un campo que todavía requiere de mucha más profundización y análisis y justo esto que nos planteas forma parte de esa ampliación.
Saludos.
Buenos días. ¡Gracias por compartir su trabajo! El perdón es un proceso psicológico fundamental con efectos positivos en la salud mental y las relaciones interpersonales, no por ello es sencillo de experimentar. Acerca de la investigación me surgieron algunas dudas: 1) La discusión menciona la regulación emocional y la empatía como posibles variables influyentes. ¿Cómo creen que estos constructos se relacionan con la amabilidad y el neuroticismo en el contexto del perdón?, 2) Considerando las implicaciones para el bienestar emocional y la resolución de conflictos, ¿cómo podrían estos hallazgos ser relevantes en diferentes contextos culturales o sociales?
¡Felicidades por su trabajo!
Muchas gracias por tomarte el tiempo de revisar nuestro trabajo. Tus preguntas son muy interesantes y pertinentes, a continuación te respondemos a ellas:
En cuanto a la relación entre la regulación emocional, la empatía, la amabilidad y el neuroticismo, creemos que estos constructos se entrelazan de manera significativa en el proceso del perdón. La amabilidad, como rasgo de personalidad, suele asociarse con una mayor capacidad empática, lo que facilitaría comprender las motivaciones del otro y, por tanto, perdonar. Por otro lado, un mayor neuroticismo podría dificultar la regulación emocional, haciendo que las personas se queden más atrapadas en emociones como el rencor o la tristeza, lo cual puede entorpecer el perdón. Por tanto, tanto la empatía como la regulación emocional podrían funcionar como mecanismos intermedios que explican por qué ciertos rasgos de personalidad favorecen o dificultan este proceso.
Respecto a los contextos culturales o sociales, efectivamente es un aspecto clave. Sabemos que el perdón no se vive ni se valora de la misma manera en todas las culturas. Por ejemplo, en culturas colectivistas, el perdón puede estar más influido por las normas sociales y la armonía del grupo, mientras que en culturas individualistas puede tener un componente más centrado en el bienestar personal. Por eso, creemos que sería interesante seguir explorando estos hallazgos en distintos contextos culturales, ya que eso podría enriquecer tanto la comprensión teórica del perdón como su aplicación práctica en programas de intervención psicosocial o clínica.
De nuevo gracias por tu intervención que nos permite seguir profundizando en el tema.
Un saludo.
¡Hola! Muchas gracias por tomarse para atender a mis dudas. Agradezco enormemente la claridad y concisión con la que las explican. Nuevamente, felicidades por su trabajo.
¡Hola!
Gracias por compartir esta investigación sobre un tema tan complejo y humano como es el perdón. Me parece muy valioso abordar este proceso desde la psicología, aunque confieso que me deja con algunas preguntas.
Por un lado, entiendo que la amabilidad y el neuroticismo pueden influir, pero creo que no sorprende demasiado que las personas emocionalmente más estables o empáticas tengan más facilidad para perdonar. El perdón no es simplemente una decisión racional ni un rasgo fijo, sino un proceso cargado de emociones, historia personal y contexto. Por eso, echo en falta un objetivo más claro o quizá un enfoque más amplio que considere otras variables como la empatía o la regulación emocional, que también se mencionan al final y me parecen fundamentales.Además, me pregunto: ¿la amabilidad realmente impulsa el perdón más que la empatía? ¿Y qué papel juega el contexto de la ofensa? Sería interesante ver cómo se combinan estos factores.
Hola Susana, gracias por tu comentario.
Tus planteamientos son interesantes, incluso ojalá cuentes con la posibilidad de leer el estudio completo en la publicación que haremos. Respondiendo a tus cuestionamientos:
Se ha observado que la empatía suele tener mayor probabilidad de predecir el perdón que la amabilidad. Mientras que la amabilidad puede aumentar la disposición general al perdón, la empatía incrementa directamente la probabilidad de que una persona comprenda al ofensor y decida perdonar en situaciones específicas. En contextos de ofensas leves, la combinación de ambos factores puede elevar considerablemente la probabilidad de perdón. Sin embargo, cuando la ofensa es grave, intencional o implica una traición, la probabilidad de perdón puede disminuir, incluso en personas empáticas o amables. Por tanto, el contexto o gravedad de la ofensa termina siendo una variable importante en esta dinámica.
Esperamos haberte aclarado.
Un saludo.
Buenas tardes.
Tras leer todo y ver la presentación tengo que decir que me ha parecido muy interesante el tema tratado. De este tema me han surgido dos preguntas. La primera pregunta es: ¿Existe diferencias significativas claras entre la capacidad de perdonar en hombres y mujeres, es decir, dependiendo de su género? ¿Y con otras etnias?
Un saludo, y muchas gracias
Hola Adrian,
El estudio no analizó la variable género ni etnia como parte del análisis estadístico principal. Aunque en el apartado de participantes se informa que el 78,3% de la muestra eran mujeres (n = 112) y el 21,7% eran hombres (n = 31), y que el 95,8% eran de nacionalidad española, estos datos fueron recogidos como información sociodemográfica, pero no se realizaron comparaciones estadísticas entre estos grupos. Por lo tanto, no se pueden extraer conclusiones en este estudio sobre las diferencias en la capacidad de perdonar entre hombres y mujeres, ni entre personas de diferentes etnias. No obstante, me parece muy interesante lo que comentas y para futuras investigaciones se podría tener en cuenta.
Un saludo, espero haberte ayudado
Buenas tardes, me ha resultado muy interesante el tema de la investigación, muchas gracias por compartirla. Mi pregunta es si os habéis encontrado con alguna limitación a lo largo de la investigación que se tenga que tener en cuenta de cara a futuras investigaciones.
Buenas tardes Inés, muchas gracias por tu comentario.
Con respecto a tu pregunta, sí. El trabajo identifica varias limitaciones que podrían tener en cuenta. Aquí te las pongo:
En primer lugar, el diseño no experimental y transversal pues este impide establecer relaciones de causalidad. En segundo lugar el sesgo de autoinforme. Como se utilizaron cuestionarios de autoinforme, los resultados pueden estar influidos por la percepción subjetiva del participante. Finalmente, no se controlaron variables extrañas como por ejemplo la edad o el tipo de ofensiva.
Espero haberte ayudado,
Un saludo
Hola, buenas tardes, me ha parecido súper interesante esta relación con el perdón. Mi pregunta es la siguiente, en este estudio ¿han podido tener en cuenta variables raras como por ejemplo, la tendencia al rencor o los valores socioculturales de esas personas? muchas gracias y buen trabajo.
Hola Nerea,
Muchas gracias por tu pregunta, muy interesante. Lamentablemente esas variables no las hemos contemplado como variables extrañas, sin embargo sería muy oportuno trabajarlas. Quizás empezar por mirar la existencia de cuestionarios que las midan adecuadamente. Lo tendremos en cuenta para futuras investigaciones.
Saludos.
Buenas tardes,
Soy Katrina Espinar Herranz, profesora de la Universidad Francisco de Vitoria, especializada en neurociencia y estadística.
Me ha resultado especialmente interesante este estudio por su enfoque integrador entre la psicología de la personalidad y los procesos emocionales complejos como el perdón. El diseño metodológico es claro y apropiado, y los instrumentos utilizados (NEO-FFI y EFI-30) están bien validados, lo que da solidez a los resultados obtenidos.
La relación entre amabilidad y capacidad de perdonar, así como la influencia negativa del neuroticismo, está en línea con hallazgos previos, pero el valor añadido del trabajo está en evidenciar el potencial explicativo conjunto de estos rasgos. Que el modelo prediga el 10.2% de la variabilidad en la capacidad de perdón puede parecer modesto, pero en psicología de la personalidad este tipo de porcentajes son comunes y relevantes, ya que reflejan fenómenos complejos mediados por múltiples variables.
Desde la neurociencia, sería muy interesante explorar si estas correlaciones se ven reflejadas también a nivel de patrones de activación cerebral, especialmente en áreas relacionadas con la regulación emocional, como la corteza prefrontal o la amígdala. Además, me parece muy acertada la sugerencia de aplicar estos hallazgos en contextos clínicos y educativos, donde trabajar el perdón puede tener un impacto significativo en la salud mental y la convivencia.
Felicito al equipo por este trabajo riguroso y pertinente, que contribuye a una comprensión más profunda de las disposiciones personales que favorecen el bienestar emocional.
¡Hola! Un gusto saludarles.
Quería preguntar ¿de qué nacionalidad es la muestra? y si de alguna manera, ¿esta variable sociodemográfica podría influir en los resultados obtenidos?
Marianyi, gracias por interesarte en nuestro trabaj
o.
La muestra fue de nacionalidad española y por supuesto que ello tiene un impacto en cuanto a la generalización de los resultados. Sería interesante comparar distintas nacionalidades o incluso culturas (latinas, europeas, por ejemplo). Sin embargo los resultados fueron los esperados según lo revisado en la literatura cientifica, donde la mayoría de las investigaciones están realizadas en Estados Unidos y Australia.
Saludos.
Hola buenas, lo primero de todo felicidades por el estudio, se nota la gran dedicación y esfuerzo que hay detrás. Me ha surgido la duda de si se ha tenido en cuenta o como variable de control, saber si las personas de la muestra podrían tener algún tipo de trastorno del tipo que sea. En ese caso, ¿cómo se ha medido, y qué diferencias pueden existir entre personas con o sin trastornos, a la hora de expresar su capacidad de perdón?
Muchas gracias
Hola muy buena ponencia, me ha encantado y me ha parecido muy entretenida. A raiz de verlo me ha surgido algunas preguntas que en mi percepción no se si se ha tenido del todo en cuenta a la hora de realizar el estudio. Son las siguiente:
Me llamó la atención que el modelo solo explica un 10.2% de la variabilidad en el perdón.
¿Qué otros factores creeis que podrían estar influyendo de forma importante y que no se llegaron a considerar en este estudio?
¿Notasteis alguna diferencia significativa en los resultados según género o edad? Porque vi que la muestra tiene una mayoría de mujeres, y me preguntaba si eso pudo haber influido.
Hola! Muchas gracias por el tiempo dedicado. Me ha resultado interesante cómo habéis relacionado la amabilidad y el neuroticismo con el perdón. Mientras escuchaba, me surgió una duda respecto a que ambos rasgos predicen el perdon, aunque de diferente forma, ¿Creéis que en una misma persona estos dos rasgos podrían estar opuestos? Es decir, que alguien amable pero muy neurótico tenga más dificultad para perdonar a pesar de su empatía.
Muchas gracias.
Este trabajo me ha parecido muy interesante porque pone el foco en un aspecto clave de la salud mental y de las relaciones humanas: la capacidad de perdonar. Desde el inicio se destaca que el perdón no solo mejora el bienestar emocional, sino que también está estrechamente relacionado con rasgos de personalidad como la amabilidad y el neuroticismo. La investigación parte de una hipótesis clara y bien fundamentada: que la amabilidad facilita el perdón, mientras que el neuroticismo lo dificulta, y lo demuestra con una muestra representativa de adultos, utilizando herramientas validadas y un análisis estadístico riguroso. Me gustó mucho cómo se plantea no solo la correlación, sino también el valor predictivo de estas variables, mostrando que explican un porcentaje significativo de la variabilidad en la capacidad de perdonar. Las conclusiones están bien enlazadas con estudios previos y dan lugar a futuras líneas de investigación muy pertinentes, como incluir variables emocionales o aplicar el estudio en otros contextos. En resumen, es una presentación clara, bien construida y que aporta una visión muy enriquecedora sobre cómo nuestra forma de ser influye en nuestra capacidad de sanar vínculos. Pues, bravo !!
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