Relación entre salud oral y demencia de inicio temprano: Una Revisión Bibliográfica
Autores:
Miguel Arias Lucena – Universidad Francisco de Vitoria
Fiona Manon Di Mascio Thomas – Universidad Francisco de Vitoria
Nerea Rodríguez-Payeta – Universidad Francisco de Vitoria
Aysatou Sidibeh – Universidad Francisco de Vitoria
Resumen:
Introducción:
La demencia de inicio temprano (DIT) se ha convertido en un problema de salud en aumento, con implicaciones significativas para los pacientes y el sistema sanitario. Recientes investigaciones han explorado la conexión entre la salud oral y el deterioro cognitivo, sugiriendo que enfermedades periodontales y la pérdida dental podrían contribuir al desarrollo de la demencia a través de mecanismos inflamatorios y cambios en la microbiota oral. Esta revisión bibliográfica analiza la evidencia disponible a partir de diversos metaanálisis y estudios para comprender cómo la salud oral influye en la neurodegeneración y qué estrategias pueden implementarse para mitigar este riesgo.
Objetivos:
Esta revisión busca sintetizar la evidencia científica sobre la relación entre salud oral y demencia de inicio temprano a través del análisis de múltiples estudios. Se pretende: -Explorar la asociación entre enfermedades periodontales, pérdida de dientes y riesgo de deterioro cognitivo. -Analizar mecanismos biológicos propuestos, como inflamación sistémica, disbiosis oral y alteraciones en la función masticatoria. -Discutir estrategias de prevención y tratamiento que podrían reducir el impacto de la mala salud oral en la aparición temprana de la demencia.
Metodología:
Se realizó una revisión sistemática de metaanálisis y estudios de cohortes disponibles en bases de datos como PubMed, Scopus y Web of Science. Se seleccionaron estudios que evaluaron la relación entre salud oral y demencia, centrándose en variables como periodontitis, número de dientes perdidos y uso de prótesis dentales. También se incluyeron investigaciones que exploraron biomarcadores inflamatorios relacionados con la neurodegeneración. Se compararon los hallazgos de distintos estudios para evaluar la solidez de la asociación y se discutieron posibles limitaciones metodológicas en la investigación sobre este tema.
Resultados:
Los metaanálisis revisados indican una asociación significativa entre la mala salud oral y un mayor riesgo de deterioro cognitivo y demencia de inicio temprano. La periodontitis y la pérdida dental han sido identificadas como factores de riesgo, con un aumento del riesgo relativo moderado pero significativo. Se ha propuesto que la inflamación sistémica inducida por infecciones periodontales contribuye a procesos neurodegenerativos, mientras que la reducción en la actividad masticatoria tras la pérdida dental podría afectar la estimulación neuronal. Sin embargo, los estudios destacan la necesidad de más investigaciones que establezcan una relación causal más robusta y descarten factores de confusión.
Discusión/Conclusión:
La evidencia actual sugiere que la mala salud oral, especialmente la periodontitis y la pérdida de dientes, está asociada con un mayor riesgo de demencia de inicio temprano. Sin embargo, debido a la naturaleza observacional de muchos estudios, aún se requieren más investigaciones que esclarezcan la causalidad y los mecanismos específicos involucrados. La inflamación sistémica crónica y la alteración en la función masticatoria son hipótesis principales que requieren mayor validación experimental. Desde una perspectiva de salud pública, mejorar el acceso a la atención odontológica, promover la higiene oral y considerar la salud dental como un factor de riesgo modificable podrían ser estrategias clave para reducir la incidencia de demencia en poblaciones vulnerables.
Palabras Clave:
Salud oral, demencia de inicio temprano, periodontitis, deterioro cognitivo, inflamación sistémica.
Preguntas y comentarios al autor/es
Damos cierre a nuestro espacio de diálogo del I Congreso Internacional de Jóvenes Investigadores INICIAte: Humanizando la investigación científica: la persona en el centro del proceso.
Queremos agradecer profundamente a cada ponente por su valiosa participación, por compartir sus saberes, sus preguntas y sus búsquedas. Han hecho de este espacio un verdadero lugar de encuentro y reflexión.
Nos vamos con el corazón lleno de inspiración y con la certeza de que es posible hacer ciencia desde el respeto, la humanidad y el compromiso con la persona. Esperamos reencontrarnos en una próxima edición, con nuevas voces, nuevas investigaciones y el mismo deseo de seguir creciendo juntos.
¡Hasta pronto y gracias por ser parte de este evento!
16 Comentarios
¡Hola equipo!
Enhorabuena por el trabajo. Como psicólogo, me ha resultado muy interesante por el enfoque multidisciplinar y por las implicaciones que tiene en la salud mental. Trabajos como el vuestro evidencian la necesidad de que todos los profesionales sanitarios trabajemos juntos en el cuidado de las personas.
Me gustaría saber cuál es la edad media de los participantes de los estudios seleccionados en la revisión. ¿A partir de qué edad se empiezan a encontrar estas relaciones? Este dato es crucial a la hora de establecer protocolos sanitarios.
Un saludo y muchas gracias de antemano.
Buenas tardes, muchas gracias por tu comentario y por el interés en nuestro trabajo. Valoramos especialmente tu enfoque desde la psicología, ya que, como bien señalas, abordar la demencia desde una perspectiva multidisciplinar es fundamental para lograr una atención eficaz e integral. Respecto a tu pregunta sobre la edad media de los participantes en estudios revisados, los datos indican que las asociaciones entre salud oral y demencia de inicio temprano se han observado principalmente en adultos mayores, a partir de los 60 años. Por ejemplo, el estudio de Demmer et al. (2020), basado en la cohorte del Atherosclerosis Risk in Communities (ARIC), incluyó participantes con una edad media de 63 años, mientras que el estudio de He et al. («=»·) examinó una población sueca en la que la pérdida dental antes de los 80 se asoció con un mayor riesgo de demencia. Estos hallazgos son relevantes para el diseño de protocolos sanitarios, ya que sugieren que la detección y prevención de problemas de salud oral debería intensificarse a partir de los 60 años como parte de las estrategias para mitigar el riesgo de deterioro cognitivo temprano. quedamos a tu disposición para seguir intercambiando ideas y enriqueciendo este diálogo entre disciplinas. Un cordial saludo.
Excelente investigación, apropiada para dilucidar con evidencia la relación que argumentan. Me surge una interrogante ¿De qué manera las estrategias de intervención para la mejora de la salud oral, como el manejo de la periodontitis y el uso de prótesis dentales, pueden influir en la modulación de biomarcadores inflamatorios sistémicos asociados al riesgo de neurodegeneración en pacientes con demencia de inicio temprano, y cómo estos hallazgos podrían contribuir al diseño de políticas públicas en salud?
Buenas tardes,
Muchas gracias por tu valioso comentario y por el interés en profundizar en uno de los aspectos más prometedores de esta línea de investigación.
En relación con tu pregunta, las estrategias de intervención para mejorar la salud oral —como el tratamiento de la periodontitis y el uso adecuado de prótesis dentales— pueden influir directamente en la modulación de biomarcadores inflamatorios sistémicos, que han sido vinculados con el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas, incluida la demencia de inicio temprano.
La periodontitis, como enfermedad inflamatoria crónica, genera una respuesta sistémica que incluye la liberación de citoquinas proinflamatorias (por ejemplo, IL-6, TNF-α, PCR). Estas sustancias pueden atravesar la barrera hematoencefálica o estimular rutas inmunológicas que afectan el sistema nervioso central, contribuyendo a la neuroinflamación, un mecanismo clave en enfermedades como el Alzheimer (Plachokova et al., 2024; Li et al., 2022).
Asimismo, los patógenos periodontales como Porphyromonas gingivalis han demostrado capacidad para entrar en circulación sistémica y alcanzar el cerebro, exacerbando procesos inflamatorios cerebrales (Li et al., 2022). El uso de prótesis dentales y la restauración de la función masticatoria también tienen un rol importante, ya que la pérdida de dientes puede reducir la estimulación neuronal y alterar la nutrición cerebral (Asher et al., 2022).
En cuanto a las implicaciones en políticas públicas, estos hallazgos refuerzan la necesidad de considerar la salud oral como un factor de riesgo modificable dentro de los programas de prevención de enfermedades neurodegenerativas. La integración de cuidados odontológicos en protocolos de salud pública podría ayudar a reducir la carga inflamatoria sistémica y, potencialmente, el riesgo de neurodegeneración (Cichoska et al., 2024).
Por lo tanto, fomentar el acceso a tratamientos periodontales, fortalecer la educación en higiene bucal y promover evaluaciones odontológicas regulares en adultos mayores son acciones clave. Este enfoque preventivo, sumado a la colaboración entre odontólogos, neurólogos y otros profesionales sanitarios, puede facilitar el desarrollo de estrategias integradas de intervención temprana y manejo multidisciplinario (Werber et al., 2021).
Un cordial saludo,
Aysha
Referencias:
Plachokova, A. S., Gijtemaa, J., Hagens, E. R. C., et al. (2024). Periodontitis: A Plausible Modifiable Risk Factor for Neurodegenerative Diseases? A Comprehensive Review. International Journal of Molecular Sciences, 25(8), 4504. https://doi.org/10.3390/ijms25084504
Li, X., Kiprowska, M., Kansara, T., Kansara, P., Li, P. (2022). Neuroinflammation: A Distal Consequence of Periodontitis. Journal of Dental Research, 101(12), 1441–1449. https://doi.org/10.1177/00220345221102084
Asher, S., Stephen, R., Mäntylä, P., Suominen, A. L., Solomon, A. (2022). Periodontal Health, Cognitive Decline, and Dementia: A Systematic Review and Meta-Analysis of Longitudinal Studies. Journal of the American Geriatrics Society, 70(9), 2695–2709. https://doi.org/10.1111/jgs.17978
Cichoska, D., Mazuś, M., Kusiak, A. (2024). Recent Aspects of Periodontitis and Alzheimer’s Disease—a Narrative Review. International Journal of Molecular Sciences, 25(5), 2612. https://doi.org/10.3390/ijms25052612
Werber, T., Bata, Z., Vaszine, E. S., et al. (2021). The Association of Periodontitis and Alzheimer’s Disease: How to Hit Two Birds With One Stone. Journal of Alzheimer’s Disease, 84(1), 1–21. https://doi.org/10.3233/JAD-210491
Hola, es María Costa de odontología de la UFV, considero que su trabajo ha sido muy relevante e interesante.
Me he planteado una pregunta a cerca de su estudio.
¿Qué estrategias recomendarían implementar en la práctica odontológica para abordar la relación entre la salud oral y el riesgo de demencia de inicio temprano en nuestros futuros pacientes?
Muchas gracias por tu comentario y por tu interés en nuestro trabajo María. Nos alegra saber que desde el ámbito de la odontología se valora la relevancia de esta línea de investigación, especialmente por su potencial para generar un impacto positivo en la salud integral de los pacientes. En respuesta a tu pregunta, y basándonos en evidencia científica, proponemos las siguientes estrategias clave para implementar en la práctica odontológica, con el objetivo de abordar la relación entre salud oral y riesgo de demencia de inicio temprano:
Promoción de la higiene bucal diaria fomentando el cepillado de dientes al menos dos veces al día y el uso de hilo detal. La literatura indica que una buena higiene oral está asociada con una disminución del riesgo de demencia (Yoo et al., 2023).
Limpiezas dentales profesionales regulares ya que se ha observado una asociación entre su regularidad y menos riesgo de deterioro cognitivo (Zhu & Zeng, 2023).
Tratamiento precoz de enfermedades periodontales (periodontitis y pérdida de dientes) ya que están relacionadas con mayor riesgo de demencia (Demmer et al., 2020).
Educación al paciente sensibilizando sobre la conexión entre salud oral y función cognitiva. Explicar el papel de la inflamación sistémica crónica y su relación con enfermedades neurodegenerativas ( Asher et al., 2022).
Monitoreo de la salud oral en pacientes mayores: implementando programas que incluyan evaluación de encías, pérdida de dientes y capacidad masticatoria, especialmente en adultos mayores (Gao & Kang, 2022).
Uso de biomarcadores digitales para evaluar indicadores de salud oral y su reacción con funciones cognitivas, lo que puede facilitar la detección cognitiva temprana del deterior ( Chung et al., 2023).
Estas estrategias pueden mejorar la salud bucodental y contribuir a la prevención de condiciones neurodegenerativas como la demencia de inicio temprano. Este enfoque refuerza el rol del odontólogo dentro de un modelo de atención interdisciplinar y preventivo. Quedamos a tu disposición para compartir ideas y colaboraciones. Un cordial saludo.
Buenas tardes, soy María Marín y quería daros la enhorabuena por el trabajo realizado. Os animo a continuar con esta línea de investigación tan interesante y a compartir vuestros avances en el congreso de SESPO (Sociedad Española de Epidemiología y Salud Pública Oral) que se celebrará los días 17 y 18 de octubre.
Hola María, nos alegra que te haya gustado y nos encantará participar en ese congreso y escuchar todas las propuestas que se hagan, serán de relevancia para nosotros y para aplicarlas en nuestros sector e investigaciones posteriores. Muchas gracias.
Hola de nuevo, María,
¡Qué ilusión recibir tu mensaje y tus palabras tan generosas! De verdad, nos encantaría seguir participando y presentar en el próximo congreso. Ha sido una experiencia enriquecedora y muy motivadora, y no podríamos haber llegado hasta aquí sin el acompañamiento y la formación que hemos recibido en la Universidad Francisco de Vitoria.
Si algo ha hecho posible esta participación, ha sido sin duda la implicación y el apoyo constante de los profesores.. La manera en que nos habéis transmitido el valor del pensamiento crítico, del análisis riguroso de la evidencia y del trabajo bien hecho ha sido una guía clave en todo este proceso. En especial, quiero destacar cuánto nos ha servido lo aprendido en la asignatura de Bioestadística y Epidemiología. Gracias a esa base sólida desde primero de carrera, hemos podido abordar esta revisión con un enfoque metodológico serio y estructurado, y eso ha marcado totalmente la diferencia.
No exagero si digo que esta oportunidad de participar en un congreso científico nace directamente de todo lo que nos habéis enseñado durante este año. Así que, si hemos podido aportar algo mínimamente valioso, es gracias a vuestra labor y al enfoque tan humano y exigente con el que nos formáis día a día.
Sería un verdadero honor volver a presentar en el próximo congreso y seguir aprendiendo junto a todos vosotros. ¡Cuenta con nosotros para lo que necesitéis!
Un abrazo enorme,
Miguel
Buenas tardes, María
Muchísimas gracias por tus palabras y por el apoyo. Nos hace muchísima ilusión saber que el trabajo ha resultado interesante, y más aún recibir una invitación tan especial como la de compartir nuestros avances en el próximo congreso de SESPO. Sería un verdadero honor poder formar parte de un encuentro así, rodeados de profesionales e investigadores tan comprometidos con el avance de la salud pública oral.
Seguiremos trabajando con mucha motivación para profundizar en esta línea, que creemos que tiene un enorme potencial tanto desde el punto de vista clínico como preventivo. ¡Esperamos de verdad poder vernos en octubre y seguir aprendiendo juntos!
Un fuerte abrazo,
Fiona
Muchas gracias por esta investigación! Ha sido un placer poder escucharos y ver como habéis relacionado todos estos temas de forma tan multidisciplinar, la forma de plantearlo ha sido muy buena.
Me surgen algunas dudas mientras os escucho.
¿Qué diferencias podrían encontrarse si se estudia esta relación en distintos grupos étnicos? ¿Hay más estudios que demuestran que es un problema estudiado a nivel global?
Y relacionado con mi campo, ¿las personas con trastornos mentales tienen mayor riesgo de desarrollar enfermedades orales, y cómo podría esto agravar su deterioro cognitivo a largo plazo?
Un saludo.
Paula Giménez García.
Hola Paula,
Muchísimas gracias por tus palabras. Nos alegra saber que la presentación fue de tu interés y que el enfoque multidisciplinar que propusimos resultó útil para comprender mejor esta compleja relación entre salud oral y demencia.
Respecto a tu primera pregunta, efectivamente, existen diferencias relevantes cuando se estudia la relación entre salud oral y demencia de inicio temprano en distintos grupos étnicos. Diversos estudios han señalado que la prevalencia y la incidencia de demencia varían entre poblaciones debido a factores como la exposición ambiental, las condiciones socioeconómicas, los hábitos nutricionales y el acceso desigual a servicios de salud dental. Por ejemplo, se ha observado que tanto afroamericanos como hispanoamericanos presentan una mayor incidencia de demencia en comparación con los blancos, lo cual podría estar relacionado con una mayor exposición a contaminantes, deficiencias nutricionales como la vitamina D y el magnesio, y una atención dental menos accesible o de menor calidad (Elser, 2024). Además, algunos estudios han mostrado que factores como las enfermedades periodontales y la pérdida de dientes tienen un peso aún mayor en estos grupos, lo cual podría deberse a disparidades estructurales en salud pública y al contexto socioeconómico que enfrentan (Yoo et al., 2023). Esto subraya la importancia de considerar el enfoque étnico y cultural en futuras investigaciones e intervenciones.
En cuanto a si se trata de un fenómeno estudiado a nivel global, la respuesta es sí. Diversos estudios internacionales han abordado esta relación. Un metaanálisis de Asher y colaboradores en 2022, que incluyó 47 estudios longitudinales, concluyó que la pérdida dental y la periodontitis se asocian con deterioro cognitivo y mayor riesgo de demencia. Esta evidencia proviene de investigaciones llevadas a cabo en distintas regiones del mundo, lo que refuerza su relevancia internacional. A su vez, el estudio de Yoo et al. en Corea del Sur también identificó una asociación entre la mala salud dental y el riesgo de demencia, destacando que el cuidado adecuado de la higiene oral puede reducir ese riesgo. Igualmente, un estudio de cohorte realizado en Reino Unido con más de 425,000 participantes reveló que problemas como el dolor de encías, el uso de dentaduras postizas y la pérdida de dientes se relacionan con una mayor probabilidad de desarrollar demencia incidente (Zhang et al., 2023). Estos hallazgos muestran que estamos ante un fenómeno que preocupa a investigadores y profesionales de la salud en distintas partes del mundo.
Respecto a tu última pregunta, que conecta directamente con tu campo de trabajo, la evidencia disponible indica que las personas con trastornos mentales efectivamente presentan un mayor riesgo de desarrollar enfermedades orales. Un estudio reciente con base en una muestra nacional representativa encontró que quienes experimentan problemas de salud mental, especialmente trastornos internalizantes como la ansiedad y la depresión, presentan con mayor frecuencia enfermedades bucales como caries, encías sangrantes y pérdida dental (Kalaigian & Chaffee, 2023). Esta situación podría deberse tanto a factores conductuales como al efecto secundario de ciertos tratamientos farmacológicos.
Este deterioro en la salud oral tiene implicaciones importantes para el deterioro cognitivo a largo plazo. La inflamación sistémica crónica, derivada de enfermedades periodontales, puede actuar como un mediador biológico clave, contribuyendo a procesos neurodegenerativos como los observados en la enfermedad de Alzheimer. La evidencia sugiere que la inflamación podría exacerbarse aún más en personas con trastornos mentales, debido a una mayor vulnerabilidad inmunológica y al estrés crónico, lo cual refuerza la necesidad de una atención dental específica y personalizada para este grupo (Ide et al., 2016; Zhang et al., 2020).
En definitiva, la salud oral no debe considerarse solo un componente físico del bienestar, sino también un determinante relevante de la salud mental y cognitiva, especialmente en poblaciones vulnerables. Agradezco muchísimo tu interés y quedo a disposición para seguir intercambiando ideas.
Un cordial saludo,
Miguel
Referencias (formato APA):
Asher, E., Mäntylä, P., Suominen, A. L., & Solomon, A. (2022). Periodontal health, cognitive decline, and dementia: A systematic review and meta-analysis of longitudinal studies. Journal of the American Geriatrics Society, 70(9), 2695–2709. https://doi.org/10.1111/jgs.17978
Elser, A. R. (2024). Environmental, metabolic, and nutritional factors concerning dementia in African American and Hispanic American populations. The American Journal of Medicine, 137(10), 939–942. https://doi.org/10.1016/j.amjmed.2024.06.023
Yoo, J. E., Huh, Y., Park, S. H., et al. (2023). Association between dental diseases and oral hygiene care and the risk of dementia: A retrospective cohort study. Journal of the American Medical Directors Association, 24(12), 1924–1930.e3. https://doi.org/10.1016/j.jamda.2023.08.011
Zhang, R. Q., Ou, Y. N., Huang, S. Y., et al. (2023). Poor oral health and risk of incident dementia: A prospective cohort study of 425,183 participants. Journal of Alzheimer’s Disease, 93(3), 977–990. https://doi.org/10.3233/JAD-221176
Kalaigian, A., & Chaffee, B. W. (2023). Mental health and oral health in a nationally representative cohort. Journal of Dental Research, 102(9), 1007–1014. https://doi.org/10.1177/0022034523117108
Ide, M., Harris, M., & Stevens, A. (2016). Periodontitis and cognitive decline in Alzheimer’s disease. PLoS ONE, 11(3), e0151081. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0151081
Zhang, S., Yang, F., & Wang, Z. (2020). Poor oral health conditions and cognitive decline: Studies in humans and rats. PLoS ONE, 15(7), e0234659. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0234659
¡Hola! Soy Ana Isabel Morales, estudiante de Psicología en la UCAB (Venezuela). Me parece muy interesante la relación entre estas variables, en la que se asocian la Odontología y la Psicología. Me preguntaba si, dentro de la revisión bibliográfica, ¿hay indicios de que la relación encontrada entre la salud oral y la demencia se deba a un factor biológico subyacente a ambos? ¿Y si en interacción con factores como la higiene bucal, habría forma de prevenir esta problemática?. Gracuas y saludos.
¡Hola Ana Isabel!
Muchísimas gracias por tu interés y por tu mensaje, qué alegría que desde la UCAB también se estén abriendo estos diálogos entre Odontología y Psicología, porque sin duda son disciplinas que se cruzan en muchos más puntos de los que podríamos pensar a primera vista.
Respecto a tu pregunta, sí, dentro de la revisión encontramos evidencia bastante sólida que sugiere que la relación entre salud oral y demencia podría estar mediada por factores biológicos subyacentes a ambas condiciones. Uno de los mecanismos más destacados es la inflamación sistémica. La periodontitis, como sabrás, es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta las encías, y se ha propuesto que esta inflamación podría extenderse más allá de la cavidad oral, contribuyendo a procesos de neuroinflamación en el cerebro. Este proceso inflamatorio podría ser un factor clave en la progresión de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer (Asher et al., 2022; Liccardo et al., 2020).
Además, hay estudios recientes que señalan que una carga elevada de patógenos orales puede atravesar la barrera hematoencefálica e inducir respuestas inmunológicas que exacerban la neurodegeneración. Esta posible vía biológica entre microbiota oral y cerebro —conocida como el “eje oral-cerebro”— es una línea de investigación emergente y muy prometedora (Li et al., 2024).
En cuanto a la prevención, la higiene oral adecuada aparece como una herramienta muy eficaz. Cepillarse los dientes al menos dos veces al día, asistir a limpiezas dentales profesionales y mantener una rutina de cuidado oral regular se han asociado con una reducción del riesgo de demencia. Un estudio coreano mostró que los participantes con mejor higiene oral y cuidado dental profesional presentaban tasas más bajas de deterioro cognitivo (Yoo et al., 2023). Incluso un metaanálisis publicado en 2025 confirmó que estos hábitos tienen un impacto significativo en la prevención del deterioro cognitivo (Zhu et al., 2025).
En resumen, sí existen factores biológicos comunes que podrían explicar la asociación entre salud oral y demencia, pero también hay evidencia de que factores conductuales, como la higiene oral, pueden actuar de forma protectora. Desde una mirada psicológica, esto abre un campo fascinante de intervención: promover conductas de autocuidado bucodental como parte de las estrategias de prevención del deterioro cognitivo.
Gracias otra vez por tu aportación, ¡y un saludo muy grande desde España!
Miguel
Referencias (formato APA):
Asher, S. R., Mäntylä, P., Suominen, A. L., & Solomon, A. (2022). Periodontal health, cognitive decline, and dementia: A systematic review and meta-analysis of longitudinal studies. Journal of the American Geriatrics Society, 70(9), 2695–2709. https://doi.org/10.1111/jgs.17978
Li, R., Wang, J., Xiong, W., et al. (2024). The oral–brain axis: Can periodontal pathogens trigger the onset and progression of Alzheimer’s disease? Frontiers in Microbiology, 15, 1358179. https://doi.org/10.3389/fmicb.2024.1358179
Liccardo, D., Marzano, F., Carraturo, F., et al. (2020). Potential bidirectional relationship between periodontitis and Alzheimer’s disease. Frontiers in Physiology, 11, 683. https://doi.org/10.3389/fphys.2020.00683
Yoo, J. E., Huh, Y., Park, S. H., et al. (2023). Association between dental diseases and oral hygiene care and the risk of dementia: A retrospective cohort study. Journal of the American Medical Directors Association, 24(12), 1924–1930.e3. https://doi.org/10.1016/j.jamda.2023.08.011
Zhu, Z., Yang, Z., Qi, X., et al. (2025). Association between oral hygiene behaviours and cognitive decline in adults: A systematic review and meta-analysis. Journal of Advanced Nursing, 81(5), 2277–2289. https://doi.org/10.1111/jan.16525
Muchas gracias por el trabajo presentado, me ha parecido muy interesante cómo habéis conectado la salud oral con la neurodegeneración de forma tan clara y rigurosa.
Mientras leía, me surgía una curiosidad:
Teniendo en cuenta que la pérdida dental puede reducir la estimulación masticatoria y afectar la actividad cerebral, ¿existen estudios que analicen si las intervenciones protésicas (como implantes o dentaduras) podrían tener un efecto protector o incluso reversible sobre el deterioro cognitivo en personas con riesgo de demencia de inicio temprano?
Me parecería muy interesante explorar esa línea como posible estrategia preventiva.
Un saludo,
Farisol Almada
Hola Farisol,
Muchísimas gracias por tu mensaje y por el interés que has mostrado en nuestro trabajo. Nos alegra muchísimo saber que te ha resultado clara la conexión entre salud oral y neurodegeneración; precisamente ese era uno de nuestros objetivos principales: poder explicar esta relación de forma accesible pero rigurosa.
Tu curiosidad está muy bien encaminada y, de hecho, hay estudios recientes que han empezado a explorar justo esa línea de investigación que mencionas. La evidencia disponible indica que las intervenciones protésicas —como el uso de dentaduras o implantes— pueden tener un efecto protector e incluso potencialmente reversible sobre el deterioro cognitivo en personas en riesgo de desarrollar demencia de inicio temprano.
Por ejemplo, un estudio longitudinal con adultos mayores en Brasil observó que los usuarios de prótesis dentales obtuvieron puntuaciones significativamente más altas en el Mini-Mental State Examination (MMSE) en comparación con quienes no las usaban, lo que sugiere un posible efecto protector del uso de prótesis sobre el rendimiento cognitivo (de Andrade et al., 2021). De forma similar, una investigación en China encontró que los adultos mayores sin dentaduras tenían un mayor riesgo de deterioro cognitivo tras la pérdida de dientes, mientras que aquellos que sí las usaban parecían estar parcialmente protegidos frente a ese riesgo (Yang et al., 2022).
Aún más interesante es un ensayo clínico aleatorizado realizado en Japón, en el que adultos mayores edéntulos recibieron nuevas dentaduras completas junto con un breve asesoramiento dietético. A los seis meses, los participantes mostraron mejoras significativas en las puntuaciones del test cognitivo MoCA-J, lo que sugiere que incluso podría haber una reversibilidad parcial del deterioro cognitivo cuando se recupera la función masticatoria mediante prótesis dentales (Komagamine et al., 2023).
Estos resultados refuerzan la hipótesis de que la estimulación masticatoria tiene un papel importante en la actividad cerebral, y que al restaurarla a través de intervenciones protésicas, podríamos estar protegiendo funciones cognitivas clave. Así que, efectivamente, se trata de una línea prometedora y muy relevante desde la perspectiva de la prevención.
Gracias de nuevo por tu interés y por abrir esta reflexión tan importante.
Un saludo muy cordial,
Miguel
Referencias (formato APA):
de Andrade, F. B., de Oliveira C. D. Y. A., Sabbah, W., & Bernabé, E. (2021). Tooth loss, dental prostheses use and cognitive performance in older Brazilian adults: The SABE cohort study. Geriatrics & Gerontology International, 21(12), 1093–1098. https://doi.org/10.1111/ggi.14290
Yang, H. L., Li, F., Chen, P. L., et al. (2022). Tooth loss, denture use, and cognitive impairment in Chinese older adults: A community cohort study. The Journals of Gerontology: Series A, 77(1), 180–187. https://doi.org/10.1093/gerona/glab056
Komagamine, Y., Suzuki, H., Iwaki, M., Minakuchi, S., & Kanazawa, M. (2023). Effect of new complete dentures and simple dietary advice on cognitive screening test among edentulous older adults: A randomized controlled trial. Journal of Clinical Medicine, 12(14), 4709. https://doi.org/10.3390/jcm12144709
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